Puede producir sobrecarga de información y alimentar la ilusión de que todo el conocimiento es accesible sin esfuerzo, robando tiempo de reflexión (y metabolización) dañando el PENSAMIENTO CRÍTICO.
La Web se diferencia de los medios tradicionales por la posibilidad técnica de conocer al único usuario y, por tanto, transmitir información dirigida, generando credibilidad.
Las noticias falsas se aprovechan del debilitamiento del pensamiento crítico
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